El 9 de agosto, en las salas de cine de Venezuela estrenarán El maravilloso agave cocui, un documental realizado por Héctor Puche que tardó siete años en completarse. El extenso y dedicado proyecto cinematográfico se centra en la planta de agave cocuy, un símbolo de subsistencia y tradición en la región centro-occidental del país.
En palabras del propio Puche, el documental fue rodado entre Caracas y en los estados Lara y Falcón. «En ese territorio se ha estado subsistiendo a través de ello porque es proveedora de alimento, fibra, cobijos para hacer casas», explicó el realizador. La planta de agave cocuy, que tarda ocho años en madurar para ser convertida en alcohol, es la protagonista de la historia que fue exhibida en el Festival del Cine Venezolano, en la isla de Margarita.
El documental, que dura 70 minutos, promete ofrecer información interesante, entretenida y conmovedora. Es una obra que se mueve bien dentro del mundo de la gastronomía, explorando las múltiples facetas del agave cocui como producto alimenticio y etílico, según su creador. «Hay una pequeña industria que a la larga podremos tener productos de exportación, no solamente el ron como un producto nacional sino a base de agave, en nuestro caso el cocui», señaló Puche, añadiendo que la industria cocuyera ha evolucionado notablemente durante el tiempo de producción del documental.
Financiado de manera personal por Puche y su socio, el documental también revela la historia del cambio cultural del cocuy, desde episodios de intoxicaciones colectivas por productos mal elaborados hasta la creación de suplementos nutritivos con miel de agave y leche de cabra para alimentar a los niños en la región.
Puche destacó la universalidad del cocui y su potencial en el mercado internacional, comparándolo con el tequila mexicano. «Los mexicanos dicen que lo peor del cocuy es que no se hace en México y no se vende en México», bromeó el realizador, subrayando el orgullo nacional por esta planta autóctona.