Bancamiga y Fundación MFM celebraron éxito de su plan literario

Bancamiga y la Fundación por la Lectura MFM celebraron el acto de clausura del programa La Imagen y la palabra, una iniciativa que fomenta la creatividad y el desarrollo de habilidades literarias en estudiantes de educación básica.

El evento tuvo lugar en los espacios de la Fundación por la Lectura MFM y contó con la participación de los directivos de ambas instituciones, docentes y los protagonistas del programa: 72 estudiantes de los colegios La Santísima Trinidad, en Los Magallanes de Catia; Prisco Villasmil, de Antímano, y Enrique De Ossó, en Artigas, todos de Caracas.

Compromiso

José Simón Elarba, presidente de la junta directiva de Bancamiga, destacó el compromiso del banco con la educación y la cultura. «En Bancamiga, creemos firmemente en el poder transformador de la lectura y la escritura. Este programa es una muestra de nuestro apoyo al talento emergente y al futuro de las nuevas generaciones. En el próximo año escolar, esta iniciativa llegará a otras instituciones educativas», expresó.

Elarba también hizo énfasis en la evolución del trabajo que realizan junto a la fundación: «Esta fundación empezó siendo un club muy pequeño, hoy en día es una cosa masiva, los depósitos están llenos de libros que duran poco tiempo porque la gente los trae, se lleva otros, y lo importante es mantener la circulación para que no se pierda la costumbre de la lectura. Es una idea, una promoción, una actividad que el banco va a apoyar y va a mantenerse permanentemente con ello».

Trabajo en equipo

Mariana Flores, presidenta de la Fundación por la Lectura MFM, valoró el impacto del trabajo conjunto. «Agradecemos a Bancamiga por su visión y respaldo. La Imagen y la palabra ha sido una experiencia enriquecedora que ha permitido a muchos jóvenes descubrir y potenciar su voz a través de la literatura», afirmó.

La autora y directora del programa, Lorena González Inneco, celebró los logros alcanzados durante el proceso formativo. «Ha sido un honor guiar a estos jóvenes en su proceso creativo. Ver cómo sus ideas se materializan en palabras y se transforman en cuentos a través de la interacción con artistas docentes, es realmente gratificante. Con este proyecto estamos influyendo positivamente sobre los procesos de aprendizaje de niños de quito grado de la escuela básica, para desde el amor por la lectura y la creatividad, dibujar el desarrollo de nuevas autonomías», comentó.

Uno de los momentos más conmovedores de la jornada fue la intervención de los estudiantes, quienes leyeron sus textos ante el público y presentaron sus cuentos editados de forma artesanal, resultado del acompañamiento de artistas docentes que los guiaron durante los talleres. La originalidad y el ingenio de los participantes fueron recibidos con aplausos y admiración.